Desarrollo de habilidades blandas y gestión de emociones es la prioridad del ser humano que habita la escuela Freire.
Las acciones cotidianas fortalecen el bien común, construyen ciudadanía y forman comunidad local y global.
Cada reto es un desafío para inventar nuevas formas de responder con total creatividad y autonomía.
El aprendizaje por descubrimiento e indagación potencian a cada estudiante a ser capaz.